Realmente aquello que llamamos alma que creéis que sea, sin
ofender a ninguna religión y basarme en lo que los científicos estudian, creo
que puede que después de la muerte nuestra energía, nuestros recuerdos, no
desaparezcan, y lo que creemos que es el fin, no sea solo sino un paso a otra
vida, evidentemente no tengo en mis manos todas las explicaciones, pero la fe
que me enseñaron de pequeño es valida para todo lo que desarrolla mi cerebro. ¿Por
qué morir eternamente, pudiendo vivir eternamente? La energía se transforma,
pero en que, en otra forma corpórea en otro nacimiento o realmente desaparecemos
y vamos a otra dimensión a la que algunos llaman la otra vida.
Martín González Almeda
“Mamá, tengo otros amigos, familia y padres que no sois
vosotros”
Se ha documentado científicamente miles de casos de pequeños
niños que tan pronto como empiezan a hablar manifiestan de una forma similar a
la anterior frase los recuerdos de una vida anterior.
Pasamos la vida trabajando como esclavos y temiendo la
muerte sin ni siquiera saber por qué. Quizás deberíamos detener un momento
nuestras robóticas vidas para descubrir que es muy probable que la muerte
realmente no exista, que el alma reencarna una y otra vez de un cuerpo a
otro como ya han podido demostrar trabajos serios y estrictos de
valientes investigadores como el psiquiatra Ian Stevenson.
Abra su mente, vea los siguientes vídeos y lea la
documentación mostrada a continuación. La investigación del Dr.
Stevenson descubrió miles de casos de niños por todo el planeta
que en su más tierna infancia, antes de ser programados por la educación y la
TV, recuerdan y cuentan a sus padres alguna de sus vidas anteriores,
describiendo detalladamente vivencias, hechos, lugares y personas que existieron
mucho tiempo antes de ellos nacer. ¿Qué ocurre cuándo los padres
investigan sobre lo que cuentan sus hijos de 3 ó 4 años de edad y descubren que
todo existió y ocurrió realmente en el pasado tal y como lo describen los
niños?
“Nos enseñan a una edad muy temprana en esta sociedad judeocristiana
que la reencarnación no existe. Pero, una vez que observas esto en un niño y la
evidencia es totalmente convincente, tienes que abrir tu mente a otra
explicación de lo que está ocurriendo.
Siendo muy niños aún no hemos tenido el condicionamiento
cultural de tapar esas experiencias en esta vida, así que las memorias pueden
surgir más fácilmente.
Esas memorias tienden a desvanecerse a partir de las edades
comprendidas entre 5 a
7 años”.
Desafortunadamente, los resultados de investigaciones tan
importantes como esta realizada por el Dr. Stevenson se mantienen enterrados
para que la población no los conozca. ¿Quién y por qué no quiere que
conozcamos algo tan valioso y trascendental para la existencia de la humanidad
como la REENCARNACIÓN DEL ALMA?
“El cerebro no es el productor y almacen de la consciencia
tal y como creemos, sino el receptor de la consciencia y actúa como transmisor.
La memoria y los recuerdos residen fuera del cerebro, en eso
que llamamos espíritu.
El cerebro recuerda vidas pasadas cuando el espíritu se los
transmite”.
Probablemente la más conocida, si no las más respetada,
recogida de datos científicos que parecen proporcionar pruebas científicas
de que la reencarnación es real, es un trabajo de toda una vida el del Dr.
Ian Stevenson. En lugar de depender de la hipnosis para comprobar que un
individuo ha tenido una vida anterior, en su lugar optó por reunir miles de
casos de niños que de forma espontánea (sin hipnosis) recordaban
una vida pasada. El Dr. Ian Stevenson utiliza este enfoque, porque los
espontáneos recuerdos de vidas pasadas en un niño pueden ser investigados
mediante estrictos protocolos científicos. La hipnosis, aunque son útiles en la
investigación de las vidas pasadas, es menos fiable desde una perspectiva
puramente científica. Con el fin de recabar datos, el Dr. Stevenson
metódicamente documenta las declaraciones de una vida anterior del niño. Luego se
identifica a la persona fallecida que el niño recuerda haber sido, y verifica
los hechos de la vida de la persona fallecida que coinciden con la memoria del
niño. Incluso coincide con las marcas de nacimiento y defectos de
nacimiento de las heridas y cicatrices en el fallecido, certificado por los
registros médicos. Sus métodos estrictos de manera sistemática descartan todas
las posibles explicaciones “normales” de los recuerdos del niño.
El Dr. Stevenson ha dedicado los últimos cuarenta años a
la documentación científica de los recuerdos de vidas pasadas de niños en todo
el mundo. Cuenta con más de 3.000 casos en sus archivos. Muchas personas,
incluso los escépticos y los académicos, están de acuerdo en que estos
casos ofrecen la mejor evidencia hasta ahora de la reencarnación.
Las credenciales del Dr. Stevenson son impecables. Él es un
doctor en medicina y tenía muchos artículos académicos en su haber antes de que
comenzara la investigación paranormal. Él fue jefe del Departamento de
Psiquiatría de la Universidad de Virginia, y Director de la División de
Estudios de la Personalidad en la Universidad de Virginia.
La idea de que algunos niños de edades entre tres o cinco
años no sólo recuerden una existencia anterior, sino que además puedan
identificar a sus seres queridos en ella, golpea a la mayoría de los
occidentales y al ser tan extraño obliga a la incredulidad. Tal vez por eso el
investigador más destacado del mundo en este fenómeno, el Dr. Ian Stevenson, ha
tenido tan poca atención.
Desde finales de los años sesenta el Dr. Ian Stevenson, ha
documentado casos en la India, África, el Cercano y el Lejano Oriente, Gran
Bretaña, Estados Unidos y otras partes, en los que niños pequeños han asombrado
a sus padres con detalles precisos sobre las personas que afirman haber sido.
Algunos de estos niños han reconocido sus antiguos hogares y barrios, así como
amigos y familiares que aún vivían. Recordando los
acontecimientos de sus supuestas vidas anteriores, entre ellos la muerte a
menudo violentas. A veces, sus marcas de nacimiento se asemejan a las
cicatrices que corresponden a las heridas que provocaron, según ellos, la
muerte.
Sus estudios son escrupulosamente objetivos y
metodológicamente impecables. El fallecido Herbert S. Ripley, ex-presidente del
departamento de psiquiatría de la Universidad de Washington en Seattle, señaló: “Tenemos
la suerte de tener a alguien de su habilidad y alta integridad investigando
esta controversial área.” El Dr. Harold Lief escribió en el Journal of
Nervous and Mental Diseases: “O él está cometiendo un error colosal, o
será conocido como el Galileo del siglo XX”.
Me encantaría conocer al Dr, y que me hiciera una regresión, eso sería fabuloso saber quién fui y por cuantas veces he reencarnado.
ResponderEliminarme gustaría conocer al Dr. y que me haga una regreción, dónde lo puedo contactar?.
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