lunes, 26 de marzo de 2012

¿Dios o la ciencia?, ¿o porque no las dos?, saca tu teoría

Ciencia

Científicamente: por qué no existe Dios? Jamás se ha demostrado, ni se ha observado, ni se ha contrastado, ni se ha reducido a las matemáticas la existencia de Dios. El método científico, el más válido para nuestro conocimiento, se basa en el razonamiento para sacar hipótesis, y en la observación y la medición para comprobarlas. Un experimento científico debe poderse repetir en cualquier lugar y con cualquier persona.

En primer lugar, jamás se ha observado a Dios. No se puede hacer ciencia de algo que jamás se ha observado, es totalmente absurdo. Como el primer paso del método científico es la observación, y éste falla, no podemos seguir ni con mediciones ( es absurdo intentar medir a Dios si ni siquiera le hemos observado ni sabemos qué es realmente), ni con hipótesis, ni con comprobaciones o reducción a leyes matemáticas.

Algo que no se ha observado jamás, por principio no existe. Si, pongamos un ejemplo, estoy solo en una habitación vacía y me dicen que hay otra persona junto a mí, por principio esa persona no existe hasta que no demuestre lo contrario. Es igual que en un estado Democrático: alguien es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Es más, ni siquiera la Ciencia nos aporta una mínima pista que nos permita sospechar que Dios sí existe. ¿De qué está hecho Dios? ¿Dónde se encuentra? Las respuestas religiosas comunes a estas preguntas son totalmente absurdas desde un punto de vista puramente científico. ¿Qué es eso de "espíritu"? El Universo sólo está hecho de materia y energía. Si Dios no es materia ni energía, ¿qué coño es? "Dios se encuentra en todas partes" científicamente es absurdo, ya que sabemos que la materia es espacio casi totalmente vacío.
Varios han sido los intentos de encontrar científicamente a Dios o a algo relacionado con él, y todos han fracasado. Una vez se pesó un cuerpo recién muerto, y otro vivo, para determinar la masa del espíritu o alma. Las diferencias no fueron apreciables. Las preguntas que antes se contestaban religiosamente (quién ha creado el Mundo, por qué vivimos, qué son los astros, etc.) ahora tienen respuesta puramente científica que por supuesto ha anulado a la mística (o supersticiosa, o religiosa... como la queramos llamar). Sabemos incluso el origen del Universo y su fin (la teoría del Big-Bang, demostrada ya recientemente). Las únicas gran incógnitas en las cuales la religión aún se refugia son: Qué había antes del Big-Bang y qué lo provocó. Qué hay fuera de nuestro universo. En ambos casos, la respuesta religiosa es, obviamente, Dios.

Pero nos damos cuenta, únicamente con conocer un poco de Física, que ambas preguntas (y por lo tanto sus respuestas) no son válidas ni caben hacérselas bajo ningún concepto. La primera implica un concepto temporal (qué había antes del origen), y la segunda uno espacial (qué hay fuera del Universo). Nuestro universo tiene tres dimensiones espaciales y al menos una temporal, por ello los conceptos relacionados con el espacio y con el tiempo sólo tienen cabida en nuestro propio Universo. Si existen otros, sus dimensiones son totalmente inimaginables. Así pues, el tiempo y el espacio nacieron junto con el Universo, por eso no cabe preguntarse que había antes del origen (porque el tiempo no existía) o qué hay fuera del Universo (porque el espacio sólo existe aquí dentro). Así pues, vemos que efectivamente la Ciencia por fin, después de tantos milenios de existencia humana, ha anulado completamente a la Religión. Las personas que creen aún en Dios son aquellas que necesitan la seguridad moral que un ser superior proporciona, o aquellas que no poseen los suficientes conocimientos científicos (que no por ello dejan de ser básicos y al alcance de todos).

Además, la ciencia no nos deja ni siquiera un ápice de incertidumbre en el que refugiarnos. Todo se puede reducir a leyes matemáticas, todo se puede controlar. No hay nada extraño. Incluso detrás de fenómenos aparentemente caóticos se esconde siempre el orden. Sabemos que el Universo es finito en espacio y en tiempo. Conocemos todos los misterios de la vida, y no encontramos nada "raro" en nuestro interior... todo es química: el amor, los sentimientos, la razón, el movimiento, los pensamientos... todo se puede reducir a combinaciones y reacciones entre átomos. ¿Dónde está lo extraño? Sabemos de dónde venimos, y a dónde vamos. Conocemos la historia natural de nuestro planeta, y de sus especies (incluida la nuestra). Cada vez nos adentramos más en la física de lo muy pequeño (física cuántica) y seguimos sin encontrar nada que la ciencia no pueda analizar. ¿Dónde se encuentra, pues, nuestro Dios? Ha muerto bajo el puñal de la Ciencia.

Dios

Introducción
Vivimos en un mundo marcado por la cultura de muerte. Las constantes manifestaciones de rupturas con uno mismo como soledad, tristeza, sin sentido, búsquedas desenfrenadas de falsas seguridades; las rupturas con los demás traducidas en violencia, delincuencia, terrorismo, guerras, entre otras; no tienen otra causa que la ruptura fontal con Aquel que nos creó y nos conoce plenamente, Dios mismo. El anhelo de infinito que cada hombre experimenta en lo más profundo de su corazón se ve traicionado al cerrarle la puerta al Único que puede saciar esa nostalgia de eternidad.
En la historia de la humanidad siempre han estado aquellos que niegan explícitamente a Dios, los denominados ateos; otros que crean dioses a sus medidas trayendo como consecuencia visiones reducidas de Dios, como por ejemplo: los deístas, los panteístas, los idealistas kantianos, etc.
En nuestros días percibimos -por el avance del secularismo- la ausencia de Dios en las estructuras de nuestra sociedad, una sociedad que termina poniendo a Dios "entre paréntesis", regida por un estribillo cada vez más común: "si Dios no está en mi vida práctica y no tengo como probar si existe o no existe, entonces no me interesa".
Ante este panorama, los católicos enfrentamos la urgencia de hacer una opción clara y decidida por anunciar con sólidos argumentos que Dios sí existe y está muy cerca de cada uno de nosotros.
El hombre puede llegar al conocimiento de Dios de muchas maneras. Todas ellas responden tanto a la capacidad natural de la inteligencia humana de conocer la existencia de Dios, como a la Revelación divina que nos ofrece de El un conocimiento sobrenatural.
Por ello, seguidamente señalaremos los principales postulados que nos permiten afirmar que Dios existe, es real y es cercano.
Empezaremos con las cinco vías que Santo Tomás de Aquino desarrolló hace más de 700 años para demostrar la existencia de Dios, desde un conocimiento a posteriori, es decir una manera de aproximarse a la realidad divina desde la experiencia sensible, que va de lo conocido a lo desconocido, de lo sensible a lo espiritual, de los efectos a la causa suprema.
Primera vía: Se funda en el movimiento
1) Es innegable, y consta a nuestros sentidos, que hay cosas que se mueven, es decir, que cambian. No se trata sólo del movimiento en sentido físico (locomoción), sino en sentido metafísico, es decir, como paso de la potencia al acto (cambios de una condición a otra, de un ser a otro, etcétera).
2) Pues bien, todo lo que se mueve, cambia, muda o transforma es movido por otro, ya que nada se mueve más que cuando está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto. Por ejemplo, el fuego hace que un leño -que está caliente sólo en potencia- pase a estar caliente en acto. Pero no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en potencia y en acto respecto a lo mismo, sino en orden a cosas diversas. Es imposible que una misma cosa sea, por lo mismo y de la misma manera, motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro.
3) Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor, y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano.
Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie.
4) Este primer motor que no es movido por nadie es el que todos entienden por Dios. Luego Dios existe.


Segunda vía: Se basa en la causalidad eficiente
1) Nos consta por experiencia que hay en el mundo sensible un orden determinado entre las causas eficientes, pues están subordinadas esencialmente entre sí para la producción de un efecto común.
2) Pero no se da, ni es tampoco posible, que una cosa sea causa de sí misma, ni en el orden del ser ni en el de la operación, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible.
3) Ahora bien: esa serie de causas eficientes, subordinadas esencialmente entre sí, no se puede prolongar indefinidamente, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, y ésta causa de la última. Cada una de estas causas actúa por influjo de las causas que la preceden. Y así tenemos que, suprimida una causa se suprime su efecto. Por consiguiente, si no existiese una causa primera, tampoco existiría la intermedia, ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera y, por tanto, no habría efecto último, ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces.
Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera.
4) Esta causa eficiente primera, que no es causada por ninguna otra, a la que están subordinadas todas las demás causas; es decir, esta causa eficiente incausada es llamada por todos Dios. Luego Dios existe.


Tercera vía: Se fundamenta en la contingencia de los seres
1) Es evidente que hallamos en la naturaleza seres que pueden existir o no existir, pues vemos seres que vienen a la existencia por generación y seres que se destruyen por corrupción; es decir, seres que no tienen en sí mismos la razón de su existencia, sino que están condicionados por otros seres, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Estos seres reciben el nombre de seres contingentes.
2) Ahora bien: es imposible que los seres contingentes hayan existido siempre, ya que lo que tiene la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que no fue. Es decir, los seres contingentes, que tienen la posibilidad de existir y de no existir, reciben la existencia, no por sí mismos, sino por otro ser que ya existe. Así, pues, los seres contingentes son, por esencia, efecto, seres que piden causa, seres que alguna vez han comenzado a existir causados por otro.
Pero, como ya se demostró antes (segunda vía), es imposible y absurdo que haya una serie infinita de seres contingentes, es decir, de causas subordinadas, ya que es imposible que sólo existan efectos.
Por consiguiente, los seres contingentes exigen la existencia de un ser que no haya comenzado a existir; un ser no causado, que exista por sí mismo; un ser que ha existido siempre. A este ser se le llama ser necesario.
3) Pero el ser necesario, o tiene la existencia por sí mismo, o la ha recibido de otro ser necesario superior. En esta segunda hipótesis, si el ser necesario ha recibido su existencia de otro ser necesario superior, es imposible aceptar una serie indefinida de seres necesarios. Es forzoso, por tanto, admitir la existencia de un ser necesario que exista por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de los demás seres.
4) A este ser necesario, que no tiene la existencia recibida de otro, sino que existe por sí mismo, en virtud de su propia naturaleza, es al que todos llaman Dios. Luego Dios existe.
Cuarta vía: Considera los grados de perfección que hay en los seres
1) Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, más o menos verdaderos y nobles que otros; y lo mismo ocurre con las diversas cualidades. Así, por ejemplo, nadie duda que el hombre es más perfecto que el animal; el animal, más perfecto que el vegetal; y éste más perfecto que el mineral. Lo propio se ha de decir de la bondad, de la verdad, de la nobleza y de otras perfecciones semejantes, las cuales están realizadas en todos los seres según una diversidad de grados, en virtud de la cual unos seres son más perfectos que otros.
2) Pero la diversidad de grados que se da en esas perfecciones, es decir, las cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos bellas, etc., suponen la existencia de lo máximo; están reclamando un ser óptimo, verdaderísimo, bellísimo, etc. En otras palabras, esos grados dc perfección son algo causado por otro, el cual, si posee esas perfecciones en grado limitado, las tendrá, a su vez, causadas por otro.
3) Pero como es imposible admitir una serie infinita de causas limitadas, causadas, en este proceso de ascensión, llegamos a una primera causa en donde todas esas perfecciones se encuentran en grado sumo y en toda su plenitud. Por lo tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo, bellísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo, pues lo que es verdad máxima es máxima entidad.
Ahora bien: quien tiene una perfección pura en grado máximo, o por esencia, es causa de esta perfección en todos aquellos que la poseen en grado inferior, o por participación. Además, no puede ser más que un único ser, una única perfección subsistente en sí misma, una única perfección en toda su plenitud y totalidad.
4) Por consiguiente, existe algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad, de su belleza y de todas sus perfecciones, porque se trata del Ser sumo, de la Verdad suma, de la suma Bondad; y a este ser todos lo llamamos Dios. Luego Dios existe.


Quinta vía: Se toma del gobierno del mundo
1) Vemos que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene, es decir, su plena evolución y desarrollo, o la conservación de su especie, o el orden dinámico del cosmos, etc., por lo que se comprende que no van a su fin obrando al azar, sin rumbo ni orientación, sino intencionadamente.
2) Ahora bien: los seres que carecen de conocimiento no pueden tender a sus respectivos fines si no los dirige un ser inteligente que conozca dicho fin, a la manera como el arquero dirige la flecha.
3) Esta inteligencia ordenadora no puede estar ordenada por una serie indefinida de inteligencias, sino que es preciso llegar a un ser inteligente supremo, que consiste en su mismo acto de entender, un entender infinito, subsistente y único; es decir, que es el origen y el fundamento de todas las demás inteligencias que conocen y dirigen las cosas carentes de conocimiento a sus propios fines.
4) Luego existe un Ser inteligente supremo que dirige todas las cosas naturales a sus respectivos fines, y a este Ser lo llamamos Dios. Luego Dios existe.


Desde la Biblia
Junto a estas cinco pruebas también podemos llegar a constatar la existencia de Dios aproximándonos a la realidad desde un fundamento bíblico:
a) Conocimiento de Dios por medio de la creación
La Sagrada Escritura atestigua este principio: la razón humana puede conocer a Dios por medio de la creación, pues las cosas creadas son testimonio permanente de su Autor y llevan a su Conocimiento con alcance universal.
En este sentido, en el Libro de la Sabiduría encontramos dos motivos por los cuales el hombre puede alcanzar el conocimiento de Dios. Uno es la belleza que hay en las criaturas: por la contemplación de las diversas bellezas creadas, el hombre puede alcanzar el conocimiento de Aquel que es la fuente de toda belleza, Dios, Belleza Suprema. El otro motivo es el poder y la fuerza que existe en la naturaleza creada: las fuerzas de la naturaleza son un reflejo de la Omnipotencia de Aquel a quien se someten todas las potencias.
"Vanos son por naturaleza todos los hombres que ignoran a y no alcanzan a conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni, atendiendo a las obras, reconocieron al Artífice; sino que al fuego, al viento, al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, rectores del universo. Si, seducidos por su belleza, los tuvieron como dioses, sepan cuánto les aventaja el Señor de todos ellos, pues es el Autor mismo de la belleza quien los creó. Y si se admiraron de su poder y de su fuerza, debieron deducir de aquí cuánto más poderoso es su Creador; pues, de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se llega por razonamiento al claro conocimiento de su Autor. Con todo, no merecen éstos tan grave reprensión, pues tal vez caminan desorientados buscando a Dios y queriéndole hallar. Ocupados en sus obras, se esfuerzan en conocerlas, y se dejan seducir por lo que ven. ¡Tan bellas se presentan a sus ojos! Pero, por otra parte, tampoco son éstos excusables; porque, si llegaron a adquirir tanta ciencia y fueron capaces de investigar el universo, ¿Cómo no llegaron más fácilmente a descubrir a su Señor?" (Sabiduría 13, 1-9).

b) Conocimiento de Dios por los grados de perfección
Los grados de perfección que el hombre conoce en la naturaleza reflejan la perfección absoluta de un Dios único y personal, al que todos los hombres son llamados a adorar y a seguir.
"La cólera de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad e injusticia de los hombres, que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque las perfecciones invisibles de Dios, su poder eterno y su divinidad, se han hecho visibles después de la creación del mundo por el conocimiento que de ellas nos dan las criaturas, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos, y su insensato corazón se llenó de tinieblas: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso, Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén". (Rom 1, 18-25; ver Hech 14, 14-18; 17, 22-30).
En esta carta, el Apóstol San Pablo enseña claramente que el que no reconoce a Dios lo hace por opción libre, pues no se trata sólo de no percibir lo invisible de Dios en las cosas visibles, sino de un cerrazón del corazón que no quiere reconocer a Dios como Señor, y le niega el dominio sobre el hombre y sobre las cosas. Así, el hombre se degrada, no es capaz de reconocer su puesto en un mundo que se ha convertido en desordenado y caótico, y no acierta a descubrir la dimensión divina que aflora en todas las cosas.
c) El testimonio de la conciencia
Asimismo, en la Sagrada Escritura encontramos otro medio a través del cual el hombre puede conocer a Dios: se trata de su conciencia, la cual expresa tanto la existencia de Dios como la ley natural que Dios escribió en el corazón de todo hombre.
"Cuando los gentiles, que no tienen Ley, cumplen las prescripciones de la Ley guiados por la razón natural, sin tener Ley son para sí mismos Ley -es decir, obran según su conciencia-. Y con esto muestran que los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia con los juicios que, alternativamente, ya les acusan o bien les defienden". (Rom 2. 14-15).
Los que no han recibido la Revelación de Dios conocen por su razón natural los principios esenciales que informan la ley natural. En la intimidad de su corazón, todo hombre tiene grabada una ley moral natural que participa de la ley eterna de Dios.
Por último, podemos también llegar a demostrar la existencia de Dios desde la propia experiencia interior.


Experiencia personal de Dios
Hay muchas personas que no necesitan de esos argumentos antes señalados para creer y amar a Dios, la experiencia interior de percibirse volcado hacia algo eterno lo conduce hacia Aquel Único Eterno, Dios mismo que toca el corazón para entrar en una infinita comunión de amor, en un diálogo personal e intenso.
Es más, el mismo hecho de estar en mayor sintonía con el sello que con su Imagen Dios ha marcado al hombre, lleva a la persona a acercarse a Dios de manera natural, teniendo la convicción de la existencia de Dios como la luz del día o las estrellas de la noche.. Justamente, como imagen de Dios, el hombre conserva esa convicción divina no como algo extraño y añadido por la presión de la cultura, sino como algo propio, como el fundamento radical de su ser, como la luz que explica el dinamismo de su vida, y como el amor en el que encuentra su plenitud.
Ejemplos en la historia de la Iglesia hay muchos, que al momento de ver el propio interior se encuentran con Aquel que ilumina cada espacio del propio ser.
Vemos esto en el testimonio de San Agustín: "Y he aquí que oigo de la casa vecina una voz, no sé si de un niño o de una niña, que decía cantando, y repetía muchas veces: ¡Toma, lee; toma, lee! Y al punto, inmutado el semblante, me puse con toda atención a pensar, si acaso habría alguna manera de juego, en que los niños usasen canturrear algo parecido; y no recordaba haberlo jamás oído en parte alguna. Y reprimido el ímpetu de las lágrimas, me levanté, interpretando que no otra cosa se me mandaba de parte de Dios, sino que abriese el libro y leyese el primer capítulo que encontrase. Porque había oído decir de Antonio, que por la lección evangélica, a la cual llegó casualmente, había sido amonestado, como si se dijese para él lo que se leía: "Ve, vende todo cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; y ven y sígueme" (Mt 19, 31); y con este oráculo, luego se convirtió a Vos. Así que volví a toda prisa al lugar donde estaba sentado Alipio, pues allí había puesto el códice del Apóstol al levantarme de allí; lo arrebaté, lo abrí y leí en silencio el primer capítulo que se me vino a los ojos: 'No en comilonas ni embriagueces; no en fornicaciones y deshonestidades; no en rivalidad y envidia; sino vestíos de nuestro Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne para satisfacer sus concupiscencias' (Rom 13, 13-14). No quise leer más, ni fue menester; pues apenas leída esta sentencia, como si una luz de seguridad se hubiera difundido en mi corazón. todas las tinieblas de la duda se desvanecieron".
También, como testimonios más cercano a nuestra época, tenemos al Cardenal Newman, que en su afán de profundizar en la vida interior, se convierte al catolicismo por la oración y el estudio. Asimismo, está Claudel que se siente conmovido en su espíritu al oír el canto del Magníficat en una tarde de Navidad; y confiesa:
"Qué dichosas son las personas que creen! Pero... si fuera verdad... ¡Es verdad! ¡Dios existe, está ahí! ¡Es alguien, es un ser tan personal como yo! Me ama. Me llama".

domingo, 11 de marzo de 2012

Tradición y Mitología China

Origen del Templo de los Ocho Inmortales

El Templo de los Ocho Inmortales está situado en la calle Changlefang, al exterior de la puerta este de la muralla. Su construcción original data en la dinastía Song (960-1279), cuando se construyó con la idea de suprimir unos misteriosos truenos que afectaban a la zona.
Se construyó exactamente sobre el lugar donde durante la dinastía Tang se encontraba el Palacio Xingqing, que tenía una bodega famosa. En la tableta de piedra que se encuentra delante del templo esta grabado Chang'an Jiu (Bodega de Changan). Esta bodega es famosa en la historia del taoísmo por ser el lugar donde el maestro taoísta Han Zhongli, se encontró con Lu Dongbin (posteriormente uno de los ocho inmortales) y le ayudó a alcanzar el Tao.
Como se registra en las Biografías de los Inmortales, Han Zhongli, el patriarca del taoísmo, despertó a Lu Dongbing de su sueño en la Bodega de Changa'an, convirtiéndose posteriormente en su maestro. El templo fue dedicado a la memoria de Lu el inmortal. Posteriormente surgió el rumor de que ocho misteriosas figuras habían sido vistas festejando en el templo, y se pensó que eran los Ocho Inmortales. Completamente encarnados, lo que dio lugar a la expansión del templo para conmemorar su aparición en la tierra. Y el templo fue llamado desde entonces el Templo de los Ocho Inmortales.
Para las dinastías Ming y Qing, este templo se había convertido en uno de los más importantes de la zona y un punto importante de actividad taoísta en el. Generaciones de maestros fueron enseñados aquí, estudiando en este lugar las doctrinas taoístas. En el año 1900 cuando la emperatriz Cixi huyó de Beijing ante el ataque de las Ocho Potencias, se retiró a Xian, estando en este templo, nombrando a este lugar "El primer lugar de los dioses del taoísmo". Considerándosele a partir de entonces un lugar oficial de culto.
Nian
En Mitología china, Nianuna bestia que llega en primavera. La palabra china para año se basa en la llegada de este ser. Un dicho del Año Nuevo Chino, guo nian significa el paso de la bestia. Se cree que vive bajo el mar.Él viene para atacar a la gente a la vez que el año nuevo. La tradición china de decorar con rojo, lanzar petardos y las danzas del león con ruidosos platillos y gongs es hecha, en realidad, para asustar a esta bestia.
Quilín
El Quilin en coreano y japonés Kirin, es un ungulado cornudo híbrido (cuerpo de león, piel de pez y cuernos de ciervo) de la mitología china que se dice que aparece en conjunción con la llegada de un sabio. Es un buen presagio que trae rui.A menudo se le representa como si flamease llamas por todo su cuerpo.
Una pintura de un artista de la corte que representa una de las jirafas de Zheng He en 1414. La pintura se titula "Oda Quilin trae la serenidad (rui)".

Un Qilin de la Dinastía Qing al lado del Palacio de verano en Beijing.
Un fuerte argumento dice que el Quilin es una representación estilizada de la jirafa. Ya que el Quilin es mencionado a partir de la Dinastía Ming. Su primera referencia data aproximadamente de los viajes de Zheng He. Se sabe del viaje de Zheng He por África Oriental (pasando, entre otros lugares, por la actual Kenia) en que llevó dos jirafas a Pekín. Se sabe también que estas dos jirafas fueron llamadas "Quilins". El Emperador proclamó las jirafas criaturas mágicas, cuyo captura evidenciaba la grandeza de su  
poder.



Guanyin
Guanyin es la bodhisattva de la compasión y es venerada por los budistas de Asia del Este. También se la conoce como la Bodhisattva China de la Compasión. El nombre Guanyin es una abreviatura de Guanshi'yin que significa "la que oye el llanto del mundo".
Kwan Yin es fruto del sincretismo. Es comúnmente aceptado que la figura de Guanyin es la homóloga femenina de Avalokiteśvara. En occidente suele ser conocida como la "Diosa" de la misericordia, su cualidad más destacada. En la mitología taoísta, donde se dan otras historias sobre su origen que no están directamente relacionadas Avalokiteśvara, es conocida como Ci Hang Zhen Ren y es reverenciada y considerada inmortal.
El primer monje budista que se refirió en femenino a Kwan Yin fue Kumarajiva, al traducir al chino el Sutra del Loto en el 406 d. C. En su traducción, siete de las treinta y tres apariciones del Bodhisattva son de género femenino. Con la introducción del Budismo Tántrico o Vajrayana en China durante la dinastía Tang, siglo VIII, fue creciendo en popularidad la representación de Avalokiteśvara como una hermosa figura femenina vestida de blanco.
Guan Yin ha hecho voto de no entrar en los reinos celestiales hasta que todos los seres vivientes hayan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación (samsara).
En la devoción popular, Kuan Yin rescata a quienes acudan a ella en momentos de dificultad, sobre todo ante los peligros producidos por el agua, el fuego o las armas. La Bodhisattva comprende los sentimientos de temor y responde a las peticiones de ayuda con su Compasión. Como Madre Misericordiosa, oye las peticiones de quienes desean tener hijos. La técnica de curación energética llamada Sanación magnificada es atribuida por sus seguidores a la inspiración de Guan Yin.
La figura de Kwan Yin mantiene gran semejanza con otras Madres protectoras como la Virgen María en el Cristianismo, Isis en el antiguo Egipto, Tārā en el Budismo Tibetano y Śakti, Parvati, Sītā o Radha en el Hinduismo.
En Oriente son numerosos los templos y estatuas dedicados a esta Bodhisattva.



Ave: Fenghuang
                   
Los Fenghuang (chino: 鳳凰pinyin: fènghuáng; japonés: hōō; coreano: 봉황 bonghwang; vietnamita: Phượng Hoàng) son una especie de pájaros mitológicos chinos que reinan sobre las demás aves. Los machos son llamados feng y las hembras, huang. En la actualidad ya no se hace esa dicotomía de géneros y los dos se engloban en un único género femenino que puede ser aparejado con el dragón chino, que se considera macho. El fenghuang también es llamado el Gallo Augusto (鶤雞 hùnjī). En Occidente es comúnmente referido como el Fénix chino.

Se suele representar con las alas extendidas y atacando serpientes con las garras. Se dice que el fenghuang tiene el pico de un gallo, la cara de una golondrina, la frente de un ave de corral, el cuello de una serpiente, la pechuga de una oca, el dorso de una tortuga, los cuartos de un ciervo, la cola de un pez. Su cuerpo simboliza a los seis cuerpos celestes. La cabeza es el cielo; los ojos, el sol; el lomo, la luna; las alas, el viento; las patas, la tierra y la cola, los planetas. Sus plumas contienen los 5 colores elementales: negro, blanco, rojo, verde y amarillo.
Las estrellas
Esta leyenda está basada en dos grupos de estrellas de las constelaciones de Aguila y Lyra, ubicadas a ambos lados de la Vía Láctea, o río celestial. Uno de estos grupos representa al pastor de vacas y el otro a la joven tejedora.

El pastor de vacas y la tejedora estaban casados y vivían solamente dedicados a tributarse amor mutuo desatendiendo sus obligaciones.

Hasta que un día fueron obligados a hacerse cargo de su tareas habituales. A la joven tejedora solo se le permitía encontrarse con su marido el día siete del mes siete, donde podía cruzar la Vía Láctea a través de un puente de urracas.

Si llovía, los pájaros buscaban refugio en los árboles, el puente no se formaba y la joven tejedora debía esperar hasta el próximo año para encontrarse con su marido.
El unicornio Chino

Los comienzos del Unicornio Chino, son sólo fragmentos ya que en el año 213 A.C. el emperador Shi Huang Ti, después de haber unificado el país, ordenó quemar todo tipo de texto con excepción de los puramente técnicos, y así poder romper con las tradiciones del pasado. El que desobedecía esta regla, recibía la pena de muerte. Muchos intelectuales desafiaron al emperador y se dice que unos 460 de ellos pagaron con sus vidas. Por este motivo, es poco lo que se sabe a cerca del origen de esta criatura, sólo fragmentos salvados por Taoistas.En China el Unicornio pasó a llamarse Ch’i-lin (Ch’i se le llamó al Unicornio macho, y Lin a la hembra) y al igual que el Unicornio occidental, fue descrito como una criatura indomable pero de gran sabiduría y gentileza.El libro de los derechos describe al Ch’i-lin como "El rey de todos los animales. Tenía un sólo cuerno, con punta de carne, en señal que este no era un arma que usaba en las luchas. En su lomo se podían apreciar los más hermosos colores, como el rojo, amarillo, azul, blanco y negro. El pelaje de su estómago era amarillo oscuro, no comía la hierba que pisaba, ni criaturas vivientes. Su paso era regular y sólo se detenía en tierras que había examinado cuidadosamente. No vivía en manadas y nada (ni nadie) acompañaba sus pasos. Y sólo aparecía cuando los gobernantes habían sido justos, y así Ch’i-lin guiaba sus almas al cielo cada vez que uno de ellos fallecía …"
El zodiaco Chino

El horóscopo chino está compuesto por doce animales. Cada uno de ellos tiene su propia personalidad y sus características especiales. Según la astrología occidental, el signo del zodíaco de cada persona depende del mes en que haya nacido. En cambio, para los chinos es el año de nacimiento que determina la personalidad de cada uno. Por eso, por ejemplo, las personas nacidas en el año del Buey son tercas, trabajadoras y decididas, mientras que los nacidos en el año del Perro son leales y fieles. Un viejo mito cuenta que con motivo del nuevo año chino Buda convidó a todos los animales a una fiesta en su reino a fin de restablecer el orden del mundo.
Tan sólo se presentaron doce animales y Buda les recompensó por su lealtad otorgándoles un año a cada uno de ellos. Según este mito, los animales llegaron de forma escalonada y que el orden en que llegaron dice algo acerca de su personalidad. Dicen que cuando la Rata recibió la invitación se apresuró a engañar a su mejor amigo el Gato proponiéndole que echaran una cabezacita pero que se despertarían el uno al otro para que pudieran ser los primeros en llegar a Buda. Naturalmente, el Gato confió en su vieja amiga la Rata y se quedó dormido al instante. En cambio la Rata, astuta como era, se apresuró a esconderse en la oreja del Buey, pues sabía que éste solía despertarse temprano. Tal como era de esperar, el Buey despertó al alba y emprendió el viaje fatigosamente hacia Buda. Justo cuando las grandes puertas del palacio se empezaban a vislumbrar a lo lejos la Rata saltó de la oreja del Buey, salió pitando y fue el primer animal en llegar a Buda. Luego llegarían el Buey, el Tigre, el Conejo, el Dragón, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo, el Perro y, finalmente, el cerdo. El Gato se quedó dormido, claro está, y nunca llegó a la fiesta de Buda. Por esa razón, no hay ningún año que lleve el nombre del Gato y, desde entonces, el Gato y la Rata siguen siendo hoy enemigos.
El Wolfberry Chino

Durante la primordial Dinastía Tang (618-907 dC), una caravana que iba por la Ruta de la Seda se detuvo para descansar en una posada y vieron a una joven reprender y azotar a un anciano. Un comerciante se les acercó y le preguntó a la joven, “¿Por qué razón agredes y abusas de esta persona mayor?” La muchacha respondió: “Estoy disciplinando a mi biznieto. No es asunto suyo”. Todas las personas en el lugar quedaron sorprendidas por su respuesta.
Posteriores investigaciones revelaron que la dama ¡tenía más de trescientos años! El anciano estaba siendo castigado porque se negó a tomar un tipo de hierba y comenzó a envejecer. Asombrado por la magia de la hierba, el comerciante se arrodilló ante la dama con respeto y preguntó: “¿Puedo ser tan atrevido como para preguntarle a la señora qué tipo de hierbas mágicas toma?” La mujer respondió: “Esta planta tiene cinco nombres. Usted necesita tomar una parte diferente de la hierba en cada temporada. En la primavera usted toma sus hojas, lo que se conoce como la esencia de la hierba de los cielos. En verano toma sus flores, que son conocidas como hierbas de la longevidad. En el otoño toma sus frutos, que son conocidos como el Wolfberry chino. En invierno toma la corteza de sus raíces, lo que se conoce como la piel y los huesos de la tierra, o el empleado de las deidades. Tomando estas cuatro partes en las cuatro estaciones del año, respectivamente, le dará una vida noble como el cielo y la tierra”.
Posteriormente, el Wolfberry chino fue introducida en el Medio Oriente y los países occidentales y se la elogió como la hierba divina del Este.

viernes, 9 de marzo de 2012

La Ciencia, la Astrologia, la Geografia y la magia que desprenden

Hiparco es el primer héroe de nuestra historia. ¡Pero no hay que tomar muy en serio lo que dijo! Él afirma ser el fundador de la geografía y de la astronomía. Esto es exagerar un poco. ¿Quién puede jactarse de esta manera? ¿Acaso los viajeros jamás han descrito sus viajes, o los pastores nunca admirado las estrellas? Es raro que un solo individuo haya podido crear una ciencia... Pero poco importa, rindamos honores a Hiparco, uno de los grandes sabios de la Antigüedad.

Se conocen muy poco sobre la vida de Hiparco. Nació alrededor de 190 A.C.  Y murió hacia el año 120 A.C. Se puede consultar este artículo para obtener una descripción corta de su vida o bien éste, si se quiere una biografía más completa. De cualquier manera, no hay duda de que este sabio fue uno de los primeros en elaborar un catálogo de estrellas y en medir, con precisión sorprendente, la posición de éstas sobre una esfera celeste. La comunidad de astrónomos le rinde homenaje bautizando con su nombre un cráter de la Luna. Tintin, estuvo en este cráter durante Aterrizaje en la Luna. Citando textualmente a Hergé: "le cirque d'Hipparque n'a pas besoin de clowns, donc vous ne pouvez pas faire l'affaire..." ("El circo de Hiparco no necesita de payasos, así que ustedes no sirven absolutamente para nada.

El segundo papel en este capítulo es interpretado por Ptolomeo, quién vivió tres siglos después, entre los años 85 y 135 A.C.  También gran astrónomo y geógrafo, Ptolomeo se inspiró con los trabajos de Hiparco, sin embargo los historiadores no parecen ponerse de acuerdo sobre la importancia de esta influencia. ¿Es acaso Ptolomeo un continuador de la obra de Hiparco? Difícil pregunta, mejor la dejamos en manos de especialistas.
Una biografía general puede consultarse aquí, y para una con más detalles, se puede consultar este sitio.Despreocúpese, ¡Ptolomeo también tiene su cráter en la Luna!
¿Qué nos enseñan Hiparco y Ptolomeo en este primer capítulo? La idea de lo que hoy llamamos sistema de coordenadas.


La Tierra es redonda. Esto se sabe desde hace mucho e, incluso antes de haberle dado la vuelta,  algunos ingeniosos geómetras griegos ya habían encontraron la manera de calcular su circunferencia sin equivocarse por mucho.
La Tierra completa un giro al día alrededor de un eje que conecta dos puntos llamados polos norte y sur. Igualmente, el planeta completa un giro al año alrededor del Sol, pero ni Hiparco ni Ptolomeo sabían esto, puesto que pensaban que, al contrario, era el Sol quién giraba alrededor la Tierra... Hubo que esperar hasta Copérnico...en el siglo XVI, para comenzar a descubrir que era de hecho la Tierra la que giraba alrededor del Sol.

Determinar precisamente la forma de la Tierra tomó todavía más tiempo. ¡No es sino hasta hace algunas décadas que se conocen sus dimensiones con un error de precisión de algunos centímetros! Y la forma de la Tierra no difiere mucho de una esfera: es cierto que es un poco más chata en los polos, pero el radio polar (6 356 km) y el radio ecuatorial (6 378 km) no difieren por mucho. Visite esta  esta página (en inglés) para saber más al respecto.
Hiparco nos invita a suponer que la Tierra es exactamente una esfera y nos explica entonces las bases de la geometría esférica. Por definición, una esfera es la superficie formada por todos los puntos del espacio tales que la distancia (llamada radio) a un punto determinado, denominado centro, es siempre la misma. Una recta que pasa por el centro de una esfera la intersecta en dos puntos: a ésta se le llama eje de simetría de la esfera.  Si escogimos una recta de este tipo, podemos pensar que se trata del eje de rotación de la Tierra, y que los dos puntos de intersección son los polos norte y sur.
Un plano que pasa por el centro de una esfera la corta en un círculo llamado gran círculo y éste separa a la esfera en dos hemisferios. En el caso particular de que el plano que pasa por el centro de la esfera sea perpendicular al eje que escogimos, se le llama a éste plano del ecuador, y los hemisferios correspondientes son llamados austral (al Sur) y boreal (al Norte).  Un plano que contenga al eje de simetría corta a la esfera en un gran círculo que pasa por los polos.  Estos círculos están constituidos por dos semicírculos que conectan a los polos: a estos se les llama meridianos. Con excepción de los polos, todo punto sobre la Tierra está situado sobre un solo meridiano. Puesto que supusimos que la Tierra era una esfera, todos los meridianos miden lo mismo: la distancia que hay que recorrer sobre la Tierra si se quiere viajar del polo Norte al polo Sur, es decir, 20 000 km (aproximadamente).
Entre todos los meridianos que hay sobre la Tierra hay uno que sirve de origen: se trata del que pasa por el observatorio de Greenwich en Inglaterra. Sin embargo, bien se habría podido tomar otro (a los franceses, por ejemplo, ¡Bien les hubiera gustado el que pasa por París!) El resto de los meridianos son descritos por un ángulo (ilustrado en la figura abajo) llamado la longitud del meridiano. La tradición geográfica solicita que dicho ángulo tome valores entre 0 y 180 grados, bien sea al este o al oeste del meridiano de Greenwich.


Los planos perpendiculares al eje de rotación cortan a la esfera en círculos llamados paralelos.  Se les llama así quizás porque no se intersectan unas a otras, como rectas paralelas... Los paralelos, entre más cerca estén de los polos, más cortos son. El ecuador es un paralelo particular, a medio camino entre dos polos, es el más largo de todos. El resto de los paralelos pueden estar bien sea al norte o al sur del ecuador, y están descritos por un ángulo, que en la figura aparece en color verde: se trata de la latitud.

Sin embargo, ¡Vivir sobre la superficie de la Tierra no es más que una primera aproximación! Puede ser que tomemos un avión, por ejemplo...entonces, los dos números correspondientes a la longitud y la latitud no son suficientes para especificar nuestra posición. Se necesita decir también a qué altura uno se encuentra. Se necesitan entonces tres números para especificar nuestra posición en el espacio. Por eso se dice que el espacio es de dimensión 3.Regresaremos a esto más tarde...


Cada punto de la Tierra, a excepción de los polos, está situado en la intersección de un paralelo con un meridiano, y, de esta manera, puede atribuírsele una latitud y una longitud: éstas son las coordenadas geográficas del punto. Recíprocamente, dada una latitud y una longitud, se puede encontrar el punto...

La cuestión importante a recordar aquí es que para describir un punto sobre la superficie de la tierra, se necesitan dos números, y que es por esta razón que se dice que la Tierra es de dimensión 2. De hecho, para un matemático, una superficie es un objeto de  dimensión 2; puede tratarse de la superficie de la Tierra, pero también el plano de una mesa o la superficie de un balón de rugby.
En la segunda parte de este capítulo, Hiparco nos explica una de las grandes ideas matemáticas, lo que se denomina una proyección. La Tierra es redonda pero nos encantaría representarla sobre un plano, sobre una hoja de papel por ejemplo, para así poder hacer un mapa que podríamos incluir en un atlas.
Existen muchos métodos para cartografiar la Tierra. El principio general consiste en escoger una zona de la Tierra y de asociarle a cada punto p  en ella un punto F(p) en el plano.  De esta manera, se representa la zona en cuestión en una parte del plano. En la selección de la representación  F  yace el arte del cartógrafo que intenta privilegiar una u otra característica. Lo ideal sería que el mapa fuera isométrico, es decir, que se pudiera medir la distancia entre dos puntos p,q midiendo la distancia entre sus representaciones F(p) y F(q). Desgraciadamente, esos mapas ideales no existen y hay que hacer compromisos. Por ejemplo, ciertos mapas intentan representar fielmente las áreas.  La cartografía es una ciencia apasionante, con larga historia,  frecuentemente paralela a la de las matemáticas, y que ha logrado progresos considerables recientemente, en parte debido a mediciones más precisas y a la informática. Véanse por ejemplo estos dos sitios, mismos que pueden servir como punto de partida para el estudio de esta ciencia. 


El mapa que nos presenta Hiparco porta un nombre sabio: la proyección estereográfica.  Hay que admitir que ésta no sirve mucho en los atlas de hoy en día, salvo quizás a la hora de representar las zonas polares. Sin embargo veremos poco a poco en la película que esta proyección tiene un interés matemático considerable y que es bastante útil.

Su definición es simple. Consideremos el plano tangente P a la Tierra en el polo Sur. Para cada punto p de la esfera distinto del polo Norte, podemos trazar la recta pn que une p al polo Norte. Esta recta intersecta el plano tangente P en el punto F(p). La proyección estereográfica es entonces una representación de la esfera privada del polo Norte sobre el plano P.
¿Quién inventó esta proyección? Aún otro debate histórico complicado...
Algunos mencionan a Hiparco, otros a Ptolomeo, incluso hay quienes afirman que de hecho fue Hiparco el que inventó esta proyección, pero sin conocer sus propiedades. 
Esta proyección posee tres propiedades esenciales, fuertemente interconectadas.
La primera, ampliamente ilustrada en la película, es que la proyección transforma un  círculo trazado sobre la esfera en un  círculo o recta del plano. Si usted tiene la paciencia de esperar al último capítulo, entenderá porqué.
Para demostrarlo, Hiparco se divierte haciendo rodar la Tierra sobre el plano tangente al polo Sur. Ahora, ya no es el sur el que está en contacto con el plano y no es a partir del polo Norte desde donde proyectamos, sino que proyectamos continuamente, siempre desde el punto "más alto" sobre el plano tangente al punto "más bajo". Una rotación hipotética y poco razonable, pero que sin duda da lugar a lindas proyecciones.
Seleccione la imagen a la izquierda para ver una animación
La segunda, que no está ilustrada en la película, es que la proyección respeta los
ángulos. Esto quiere decir que si se toman dos curvas sobre la esfera que se intersectan en un punto con cierto ángulo, las proyecciones correspondientes se interceptarán definiendo el mismo ángulo. Vemos sobre la imagen a la izquierda que las proyecciones de los meridianos y los paralelos se intersectan en un ángulo recto, como se intersectan en un ángulo recto sobre la esfera. Bastante práctico para un navegante que calcula su ruta y al que bien le gustaría que los ángulos que mide reaparezcan exactamente sobre su mapa.

La tercera, es que, si bien la proyección no alcanza el ideal de preservar las distancias, lo intenta de la mejor manera posible. Tomemos un punto p sobre la esfera y consideremos una región pequeñita R alrededor de p. La proyección estereográfica transforma la región R en una región F(R) alrededor del punto F(p). Resulta que, cuanto más pequeñita sea la región R, más respeta F la forma de R. Esto significa lo siguiente: existe una constante k, que puede llamársele la escala del mapa en R, tal que si q1 y q2 son dos puntos en R, el cociente entre las distancias entre q1 y q2 (en la esfera) y F(q1) y F(q2) sobre el plano, es casi igual a k.  ¿Qué quiere decir "casi"? Que este cociente esta más cerca de k cuando R se vuelve más pequeño. Más allá de la formulación matemática precisa, esto quiere decir que el mapa obtenido por la proyección respeta las zonas pequeñas. Es por ello que decimos que es conforme. Es la principal característica de la  proyección estereográfica: ¡Casi perfecta para un usuario que sólo la empleara en un pequeño vecindario de sí mismo!
Después de este primer viaje, retengamos la lección de Hiparco: la esfera es de dimensión 2 pues sus puntos se describen con dos coordenadas, latitud y longitud, y es bastante práctico representarla en un plano gracias a la proyección estereográfica...

¡Todo esto nos será muy útil para explorar la tercera dimensión y luego la cuarta!