lunes, 30 de abril de 2012

Terror en el Hospital


Danvers

Este hospital posiblemente sea una de las construcciones más bellas e impresionantes de todas aquellas que se han realizado a lo largo de la historia con fines médicos y curativos. Su construcción, en el año 1874 costó la friolera de 1,5 millones de dólares, que en aquella época era una cantidad considerable, y más todavía para construir un psiquiátrico. El artífice de éste y de otros sanatorios similares en estados unidos fue el Doctor Psiquiatra Thomas Kirkbride, cuya filosofía curativa se basaba en el bienestar de los internados, comenzando por un trato amable y lo más humano posible y rodeados de las mejores instalaciones posibles. Amplias y soleadas habitaciones, lugares comunes frescos y bellos, grandes jardines y espacios abiertos. En fin, que el edificio en sí mismo se convertía en parte del tratamiento para enfermos de todo tipo, depresivos y esquizofrénicos parecían mejorar con más rapidez en estos majestuosos edificios.
Pero este utópico tratamiento de Kirkbride para los enfermos mentales no duró demasiado por diferentes motivos. El principal era que no todos los médicos psiquiatras opinaban como él y se decantaban más por los métodos tradicionales de terapias de choque y de suministro de sustancias químicas para mantener a los enfermos a raya. Y en estos lugares, esos métodos comenzaron a implantarse, a principios del siglo XIX, se unió la gran crisis económica que hizo prácticamente imposible que estos enormes edificios y sus costosos mantenimientos pudiesen mantenerse, esto llevó a elevar el número de internados a cantidades no demasiado recomendadas y en algunos casos, los enfermos cuadruplicaban en número a la capacidad de los hospitales.
                                                                                               
Thomas Kirkbride
Y en ese punto comenzó el desastre, enfermos mentales de todo tipo mezclados y hacinados en pequeños espacios, malos tratos, medicaciones excesivas, lobotomías, camisas de fuerza, muertes… los enfermos, en lugar de mejorar de sus dolencias, veían sus locura llevada a los máximos extremos en estas cárceles góticas.


En los años sesenta, estas instituciones volvieron un poco a la normalidad convirtiéndose en psiquiátricos un poco más normalizados. El Danvers State Hospital, funcionó hasta el año 1992, donde los recortes presupuestarios acabaron por cerrar sus puertas. Muchos de los hospitales del plan Kirkbride corrieron la misma suerte, algunos se derribaron, como es el caso del Danvers, otros siguen en funcionamiento y algunos otros se han reconvertido para albergar otro tipo de ocupaciones.
Hoy en día, donde se levantó este magnífico edificio que fue inspiración de algunos relatos de Lovecraft, no hay más que apartamentos de lujo, apenas alguna fachada y algún que otro edificio periférico se han mantenido.
En el año 2001 se rodó allí la película “Session 9”, que pese a pasar por las taquillas con más pena que gloria, hizo que mucha gente peregrinara a las ruinas del viejo hospital. Haciendo que las autoridades lo tapiasen por completo para evitar accidentes no deseados. Como no, en los años de abandono de este lugar, surgieron muchas y diversas leyendas sobre fantasmas y apariciones espectrales de los enfermos que sufrieron e incluso murieron en este lugar, y mucho más a raíz de esta película en cuestión.

Sin duda, un edificio emblemático que pasará a la historia por su belleza y por su oscuro pasado,  y donde los recuerdos de miles y miles de personas, la mayoría trágicos, pese a haberse derruido sus muros, quedarán en el ambiente y en los ecos de esa bella colina de Massachusetts.


The Ridges

Athens, en Ohio. Es en esta tranquila ciudad universitaria donde se encuentra un antiguo hospital psiquiátrico del que se ha hablado mucho por los sucesos paranormales que le rodean: The Ridges. Este asilo es muy conocido por aquí. Estuvo abierto en los años 1870. Se trataban  allí clase de patologías. Había enfermos mentales, por supuesto, pero también gente afectada de tuberculosis o, incluso, personas con depresiones nerviosas.

Muy rápidamente el asilo empezará a ganarse una reputación siniestra. Y con razón: En los años 30 se practicaban allí lobotomías y sus métodos eran bastante horrorosos. Utilizaban jeringas gigantes que hundían a través del globo ocular hacia la parte del cerebro que según los doctores podía controlar el comportamiento. Estas prácticas extremas y entorno austero del asilo fascinan y asustan a los habitantes de Athens. Este edificio es a la vez inmenso e  impresionante. Y estas características son en parte responsables de que mucha gente lo encuentre horroroso. Ciertos estudiantes incluso creen que está encantado.




Circulan historias horrorosas alrededor del hospital psiquiátrico. La más célebre es sin duda alguna la de una joven pensionista del asilo, Margaret Shilling. Ésta tenía la costumbre de escaparse y de vagar por todas las zonas en el edificio. Un día que estaba escapada, desapareció de verdad y, evidentemente, comenzó su búsqueda.

Durante largas semanas se buscó a la desaparecida sin éxito, hasta un día de enero de 1979, cuando por fin la encontraron. Había muerto. Yacía sobre el suelo. Algunos creen que estaba enferma y que falleció a causa de un ataque cardíaco. Una parte extraña del relato es la afirmación de los enfermeros, que afirman que al retirar el cadáver ocurrió un fenómeno muy extraño: en el mismo lugar donde yacía su cuerpo encontraron una mancha sobre el suelo. Era toda su silueta.

Más increíble todavía es que esta mancha sobre el suelo que dibujaba perfectamente el cuerpo de la difunta estaba incrustada en la piedra. Repetidas veces y bajo diferentes procedimientos se trató de borrar la mancha del suelo, pero fue en vano. Hoy todavía se puede ver la silueta en el suelo de la habitación. ¿Cómo explicar tal fenómeno? Científicos afirman que cuando se muere y el cuerpo se derrumba sobre el suelo, especialmente en un lugar soleado, el cuerpo se descompone y los fluidos pueden escaparse e incrustarse en la tierra. Por tanto, es posible que algunos compuestos químicos del interior del cuerpo se filtraran en el suelo. 


Esa sería la explicación científica, pero para otros la explicación es más paranormal. Esta mancha indeleble a través de los años es la prueba irrefutable que el alma de Margaret no encontró el descanso y que continúa vagando por los lugares aledaños. De hecho, tres años después de la muerte de Margaret, una estudiante creyó percibir la silueta y se aventuró en la habitación maldita. Su curiosidad va a costarle caro.

Una noche la estudiante se despertó y se encontró cara a cara con la silueta de esta mujer. Esta visión la aterrorizó grandemente. Según cuenta, esta chica no fue capaz de hablar en días. El terror no le dejaba hacerlo. Un semana más tarde de la aparición, la encontraron muerta en su habitación. Se había suicidado. ¿¿El espíritu de Margaret continua actualmente vagando los lugares? Que sepas que si viajas a Athens buscando resolver el misterio, la habitación maldito no está abierta, está prohibida al público. ¿Por qué será?




miércoles, 11 de abril de 2012

Celtas

Los nombres de cientos de dioses son conocidos, pero la mayoría parecen ser deidades locales. Durante el período romano, muchas deidades celtas fueron identificados con dioses romanos.
Uno de los más importantes llamado Lugh en Irlanda, fue identificado como Mercurio.
A él se le atribuye la invención de todas las artes, guía de los caminos y viajes, y virtud para las ganancias del dinero y comercio.
Luego están: Apolo, cura enfermedades; Júpiter, gobierna el cielo y Marte preside la guerra. A éste le ofrecen los despojos del enemigo al entrar en batalla. Dicen los galos que son todos hijos de Plutón.
El ciclo mitológico celta puede ser dividido en cuatro grandes divisiones.
La primera es el ciclo histórico-mitológico.
Dos textos importantes son parte de este ciclo: The Lebhar Gahbla (libro de invasiones), una historia mitológica de Irlanda; y The Dinnshenchas (Historia de Lugares), una geografía mitológica de Irlanda.
El principal tema en el ciclo Histórico-mitológico concierne a la gente de Irlanda y las fortunas de The Tuatha De Danann (Gente de la divinidad Danann), quienes fueron los ancestros mitológicos de los irlandeses.
La segunda división es el cielo de Ulster.
Estos mitos son historias de los guerreros del Rey Conchobar.
Los temas se basan en el honor y prestigio que envuelven las muertes heroicas y el héroe Cuchulain (o Cuchulainn).
La tercera división es el ciclo Fenian que cuenta las hazañas de Finn Mac Cumbail y sus compañeros.
La última división se refiere a la institución y fundación de los grandes y menores reyes de Irlanda. Existen otras dos divisiones referentes a cuentos folklóricos.
Los Celtas somos, con diferencia, unos de los hombres más religiosos de la antigüedad conocida, si exceptuamos a los egipcios de las primeras dinastías.
Lejos de nuestra imagen de guerreros palurdos, belicosos, saqueadores y siempre ebrios que nos han transmitido los romanos, nuestra vida estaba orientada casi constantemente hacia el mundo mágico y el espiritual por el sistema semiteocrático impuesto desde el druidismo, esa prodigiosa organización religiosa que supo dotar a la civilización en la cual se desarrolló de una comprensión mitológica de la existencia.
El mito en sí no deja de ser, en su origen, un tipo de historia sagrada; es decir, pertenece no sólo al ser humano sino a las entidades por encima de él, a las divinidades. Es una tradición sacra, lo que se conoce como la revelación primordial.
En torno a nosotros, los celtas, todo era prodigioso y devenía de algún tipo de encantamiento: desde nuestros propios e inciertos orígenes hasta los bosques o los animales con los que convivíamos, desde los combates con el enemigo o las expediciones al confín del mundo hasta nuestro calendario de fiestas.
Los dioses se manifestaban en todo momento y, si no eran ellos, lo hacían entidades de otros planos, como las del mundo feérico: las hadas, los elfos o cualquier otro.
La vida no podía considerarse otra cosa que una mera transición más o menos entretenida hasta el momento de la muerte, que se aceptaba sin complejos ni culpas ya que ella no constituía más que un paso previo a la existencia en el Otro Mundo.



En algunos textos se sugiere la creencia en la reencarnación aunque no está muy claro si los celtas la entendíamos tal y como hoy lo hacemos, tras su reciente re-importación durante el decenio de los años sesenta.
De todas formas, se trata de un concepto de origen indoario igual que nosotros, así que resulta muy factible que la trajeramos con nosotros cuando llegamos a Europa o incluso que existiera entre algunos pueblos aquí asentados con anterioridad.
Sabemos que estuvo muy enraizada en amplias zonas del Viejo Continente, hasta el punto de que el Concilio de Nicea -en el año 325 d. de C.- tuvo que definir lo que había que entender de forma obligatoria como la sustancia divina de Cristo, en contra de las objeciones de los arrianos, al tiempo que condenaba la idea reencarnacionista de forma explícita por enfrentarse al dogma cristiano.

Para nosotros, los celtas, la vida significaba movimiento y dinamismo y por ello no había alternativa posible: descartada la opción de quedarse quieto, so pena de ser destruido por el incesante oleaje de la existencia, lo único que quedaba por hacer era cabalgar sobre éste.
Es otro puente a través del espacio y del tiempo con la filosofía oriental, según la cual el cambio es lo único que nunca cambia en el mundo.
De aquí arranca nuestro desapego hacia lo material y nuestra comprensión de cuanto de pasajero tiene esta vida, expresado en la ausencia de grandes asentamientos permanentes, de impresionantes templos físicos de piedra o de la simple necesidad de dejar constancia de la propia existencia tras la muerte de uno más allá del recuerdo familiar.



Las Tríadas

Nuestro número mágico por excelencia, la cifra que expresaba nuestra visión del mundo, es el tres.
Lo encontramos repetido hasta la saciedad en nuestros mitos.
Se le representa gráficamente como un triskel, símbolo solar de tres brazos derivado de la rueda y, como tal, emparentado con la también antigua y venerable swastika -la cual, a pesar de su bondad y universalidad, sigue arrastrando una imagen negativa, en especial en Europa, EE.UU. e Israel por su mal uso durante la Segunda Guerra Mundial-.
En el triskel aparece la doble espiral involutiva/evolutiva de su famoso equivalente oriental del Yin-Yang, pero conteniendo además una tercera espiral que supone la genuina aportación céltica a la diferencia entre la espiritualidad de Oriente y la de Occidente.
En el Este, los hombres se someten a la acción de las dos grandes fuerzas que se alternan para mantener viva la estructura del universo: el Bien y el Mal, representados por el día y la noche, el blanco y el negro, el hombre y la mujer, la vida y la muerte...
En el Yin-Yang, un punto blanco aparece en medio del negro y un punto negro en medio del blanco, mostrando de este modo la imposibilidad de que alguna vez pueda ganar uno de los dos principios; su lucha ha de ser por fuerza eterna porque la Vida nace de la fricción entre ambos, y si cualquiera de los dos llegara a triunfar por completo sobre el otro, el mundo quedaría destruido automáticamente: no podría seguir existiendo al perder su misma razón de ser.
Por eso el camino espiritual oriental hace referencia al reconocimiento de esta colosal e interminable lucha, y propone como preceptos fundamentales su aceptación y la humillación humana ante ella.
El oriental debe renunciar a todo, abandonar la ilusión de las cosas materiales el maya que nada importa y a nada conduce, y disolverse en la nada primigenia.
En el Oeste, surge un camino diferente representado por ese triskel que incluye una tercera espiral, la cual no es otra cosa sino el símbolo del hombre que se ha trascendido a sí mismo hasta liberarse de las dos fuerzas poderosas y, equiparándose a ellas, convertirse o, mejor, integrarse en Dios. Es algo sencillo y complejo a la vez.
No se trata de acumular poder y ejercerlo como un tirano, arbitrariamente, sino de someterse a la Naturaleza, reconocerse como obrero de ella y, de acuerdo con sus leyes, acumular Voluntad -representada en la espada que utilizan todos los grandes héroes- y progresar en lo espiritual hasta alcanzar la cumbre.
Así, para los celtas entre el Bien y el Mal está la Indecisión, momento supremo en el que el hombre puede escoger su destino, orientándose hacia un lado o hacia el otro; entre el día y la noche existe "la hora indeterminada", al alba o en el crepúsculo, cuando es más fácil entablar contacto con los seres sobrenaturales, entre el blanco y el negro hay muchos matices de gris; entre el hombre y la mujer está el hijo, la obra que los une y a la vez los separa y trasciende..., y entre la vida y la muerte, entre el ciclo de vidas y de muertes, está el Otro Mundo, el lugar donde el alma repose y hace balance antes de seguir adelante con su gran y eterna aventura.
Todo ello contrasta sólo en apariencia con el afán oriental de disolverse en el Pozo del que salió la creación entera, a fin de reunirse con la divinidad porque, en realidad, si el occidental prefiere crecer hasta el Cielo es para conseguir el mismo objetivo.
De esta forma, el enano y el gigante siguen diferentes caminos aunque ambos marchan hacia idéntico fin, pues saben que Dios está en todas partes, al principio y al final, y que los extremos se tocan, por extrañas que puedan ser las paradojas aparentes del mundo.
Este camino espiritual occidental tampoco es exclusivo de los celtas: sólo que es más fácil reconocerlo en nuestros mitos que en los de otras culturas semejantes.
Nos limitamos, en el fondo, a seguir una tradición indoaria que se refleja en pueblos anteriores al nuestro y que se prolongará en otros posteriores.
Entre los celtas distinguimos tríadas como la de Tutatis, Esus y Taranis -los tres grandes dioses galos-, la de Galahad, Perceval y Boores -los únicos caballeros de Arturo que encontrarán el Grial tras espectaculares aventuras- o los innumerables grupos de tres personajes de la leyenda galesa que se recogen en los textos mitológicos conocidos como los Mabinogion.
Pero antes las hubo entre los egipcios -la más famosa de las cuales es la compuesta por Osiris, Isis y Horus-, los persas -Mitra, Ormuz y Ahrimán- o los hindúes -Rama, Visnú y Shiva-.
Y después las veremos entre los griegos -Cronos, Ceo y Océano son los tres hijos de los primitivos Urano y Gaya- o los cristianos el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que van más allá de la primera dualidad entre el dios hebreo y su adversario Satanás.
Muchos dioses y guerreros celtas han de repetir tres veces la misma acción concreta antes de poder cosechar las ventajas que esperan de ella; han de enfrentarse con tres tipos de animales, seres malignos o incluso calamidades naturales diferentes, en ocasiones, han de rematar tres veces una aventura antes de darla por buena o realizar tres actos heroicos en varios lugares -distintos sólo en la forma, pues en lo profundo se trata siempre del mismo o bien repetirlos durante tres días consecutivos.

jueves, 5 de abril de 2012

Cuando lleguemos al Valhalla

Cuando el universo no era sino el caos, la oscuridad, y la confusión, surgió una grieta gigantesca, un abismo en el centro de todo. Era tan profunda que su extremo inferior ni siquiera se podía concebir. Surgió una grieta gigantesca, un abismo en el centro de todo. Era tan profunda que su extremo inferior ni siquiera se podía concebir. 

    En el interior de sus escarpadas paredes la temperatura era tan baja que un hombre se congelaría instantáneamente si entrara en ella. Este abismo recibió el nombre de Ginnungagap.

    
    Al norte del Ginnugagap estaba el reino de Nifleheim, de aquí procedía el arroyo Hvergelmir y de el surgían los once ríos conocidos conjuntamente como Elivagar. Estos ríos terminaban en el Ginnungagap, en cuanto estos ríos rozaban el gélido viento, se formaban inmensos bloques de hielo, los cuales poco a poco fueron llenando el inmenso abismo.
    Al sur de Ginnungagap estaba el mundo del fuego y la luz perpetua, llamado Muspellsheim que era lo opuesto al Niflheim.
    Aquí vivía Sturtr el gigante de fuego, era la primera criatura viviente. Estaba muy aburrido, así que se dedicaba a practicar con su espada de fuego, así pues, lanzaba grandes llamaradas de fuego al interior del Ginnungagap donde el fuego chocaba con el hielo y enviaba hacia arriba grandes chorros de vapor, que al chocar con el aire glaciar se convertían en escarcha, a partir de la cual se formaron dos criaturas, Ymir, el primer gigante y Audhumbla, una enorme vaca.
    Lógicamente con el tiempo estas criaturas tuvieron hambre, y así como Ymir mamaba leche de las ubres de Audhumbla, esta solo podía lamer los bloques de hielo, hasta que desenterró a Buri (el productor), el cual se convertiría mas adelante en el abuelo de los Aesir, dioses dominantes de la mitología nórdica.
    Ymir, una vez saciado de leche, se echo a dormir, y cuando estaba durmiendo, le paso cerca una llamarada de fuego de la espada de Sturtr, lo cual le hizo sudar. De este sudor nació Thrudgelmir, gigante de seis cabezas, abuelo de los gigantes del hielo que serian los eternos enemigos de los Aesir. Del sudor de las axilas nacieron otros dos gigantes, de una sola cabeza, pero igualmente horribles, nunca se conocieron sus nombres.
    Buri, al tiempo engendro un hijo, el dios Bor. Bor pronto se casó con la giganta Bestla, con quien tuvo tres hijo, el mayor se llamo Odín, el segundo Viliy el tercero Ve, estos fueron los primeros de la raza de los Aesir, destinados a convertirse en los dioses del bien del universo nórdico.
    Cuando los gigantes se enteraron de la existencia de estas fuerzas del bien, se reunieron para acabar con ellos, entonces se produjo una guerra que duro miles de años, ya que los Aesir aunque eran pocos, eran muy fuertes, y los gigantes aunque eran mas vulnerables, se reproducían con gran rapidez y suplían las bajas.
    Al final Odín, Vili y Ve tendieron una trampa al mas odiado de los gigantes, Ymir, el primero de los gigantes, quien se derrumbo en el suelo delGinnungagap, sangrando tanto que todos los demás gigantes excepto Bergelmir y su esposa, murieron ahogados.
    Bergelmir y su esposa, se salvaron en un barco con el cual llegaron al Jotunheim, la tierra de los gigantes, donde crearon una nueva raza de gigantes educados al odio a sus vencedores, los Aesir.

La Creación Del Mundo, El Hombre, Los Enanos y Los Duendes
    Una vez terminada la guerra, los Aesir crearon el mundo a partir del cadáver de Ymir, ya que era lo único modelable que tenían, su sangre ya había creado los océanos, con su cuerpo crearon Midgard, la tierra, que pronto se convertiría en el hogar de la humanidad, la colocaron entre ellos y elJotunheim, para mantenerse lo mas alejado posible de los gigantes.
    Con los hueso crearon protuberancias en el cuerpo de Ymir e hicieron valles y montañas, con los dientes los acantilados, con el pelo la vegetación, con el cráneo el cielo y con los trozos de cerebro las nubes. 
    Luego viajaron al Muspellsheim a coger algunas chispas de la espada de Surtr para hacer las estrellas y las más brillantes, el Sol y la Luna fueron colocadas en dos carros para que dieran vueltas alrededor del Midgard. 
    A pesar de las guerras, hubo relaciones entre los Aesir y los gigantes, de una de ellas, nacieron Mani (Sol) y Luna, las cuales harían de aurigas en los carros, detrás de los carros corrían dos lobos, Skoll y Hati, cuyo fin era devorar los dos astros, lo cual conseguirían cuando llegara el RAGNAROK, el Apocalipsis.
    Un día paseando los Aesir, encontraron dos arboles caídos, un fresno y un olmo, entonces Odín les imbuyó la chispa de la vida, Vili los doto de espíritu y sed de conocimientos y Ve les otorgo el don de los cinco sentidos. 
    Estos eran el primer hombre, Ask, que procedía del fresno y la primera mujer, Embla, que procedía del olmo, los Aesir les regalaron el Midgard.
Al cabo del tiempo los Aesir, se dieron cuenta de que con el tiempo habían nacido distintas criaturas de la descomposición de Ymir, unas, las que eran malvadas y repugnantes, se convirtieron en criaturas con joroba y bultos, llamadas enanos, y debido a su gran fortaleza, fueron desterradas alSvartafheim, mundo subterráneo del Midgard, donde podían cavar en busca de gemas y metales preciosos, que tanto valoraban y si salían a la superficie, se convertirían en piedra. 
    Las otras criaturas eran los duendes, cuyo espíritu era amable y gentil, por eso su aspecto fue el de seres de gran belleza, les fue dado el reino delAlfheim, pero podían ir al Midgard cuando querían.

Odín era uno de los más trágico y nobles dioses, tal era su sabiduría que era incapaz de ser feliz, ya que podía ver el Ragnarok. A veces se le conoce por el nombre de Wotan o Woden, y el día miércoles, en inglés Wednesday, recibe su nombre de él. Es caracterizado como el dios protector de los guerreros valerosos y nobles.
    Odín era uno de los dioses originales, hijos de Bor, todos los dioses del Asgard descendían de él. Desde el Hlidskialf, su trono, podía ver por completo los nueve mundos, la única persona que se podía sentar en su trono era su segunda esposa Frigga. Tenia otras dos esposas, Jord o Erda, con ella engendro a Thor y Rinda, que representaba la tierra fría del invierno y Odín solo aceptaba estar con ella un corto periodo de tiempo, con esta engendro a Vali, uno de los pocos dioses que sobreviviría al Ragnarok.
    Se suele mostrar a Odín con su lanza, Gungnir, y con el brazalete Draupnir, que se regeneraba cada siete días. Sobre él se podían ver a dos cuervos, Hugin y Munin, cuyos nombres significaban pensamiento y memoria, eran la extensión de sus ojos y oídos. También tenia a sus ordenes dos lobos, Geri y Freki, estos simbolizaban el espíritu cazador innato de su amo, eran alimentados con la carne que se suponia era para Odín, ya que este solo se alimentaba de aguamiel.
    Según ciertas leyendas, algunos guerreros eran invadidos por el espíritu de Odín y luchaban con una ferocidad tremenda, y por esto eran gratos a los ojos de Odín.
La sabiduría de Odín.
    Una vez creado el mundo, Odín hizo una visita a Mimir, el guardián del pozo de la sabiduría. Odín se acerco a Mimir y le pidió un trago de esa agua, ya que para ser el rey de los dioses necesitaba la sabiduría que proporcionaba el agua del pozo.
    Mimir accedió, pero a cambio Odín tuvo que arrancarse un ojo y tirarlo al pozo, donde se convirtió en un objeto pálido y a la vez brillante, así pues, el ojo del pozo simbolizó la Luna y el que le quedaba en el Sol.
    Al regresar le arranco una rama a Yggdrasil y se hizo su lanza, Gungnir. Y al cabo del tiempo supo el precio que había de pagar por poseer la sabiduría, ya que podía ver con total claridad el Ragnarok y su desenlace final, con esto su rostro siempre alegre cambio a una cara que destellaba tristeza. Esta era la razón de que Odín solo bebía aguamiel y no comía nunca, debido a se necesidad de un gran consuelo, su dieta estricta de bebidas alcohólicas.
El Valhala y los Einheriar
    Odín tenía tres palacios principalmente: el Gladsheim, la sala de reuniones; el Valaskialf, donde estaba el Hlidskialf; y el Valhala, palacio donde iban los elegidos que habían muerto en combate. Morir en combate era la muerte más noble que un nórdico podía esperar, la muerte de viejo era una deshonra. Cuando había una batalla en el Midgard, Odín enviaba a las Valquirias, que hacían una selección entre los más valerosos guerreros, estos eran losEinheriar.
    En el Valhala, los Einheriar comían carne de un jabalí, Saehrimnir, que era sacrificado todos los días y después se regeneraba milagrosamente; y se bebía aguamiel.
    Una vez estaban saciados, luchaban en el patio destrozándose los unos a los otros hasta que el cuerno sonaba de nuevo. Las heridas sanaban inmediatamente y los combatientes, como buenos amigos volvían de nuevo a otro banquete.
Las Runas
    Cierto día Odín se colgó del Yggdrasil durante nueve días con sus noches observando la sabiduría del Niflheim. Una vez realizada esta tarea, su cuerpo murió. Debido a su gran fuerte de voluntad renació, llevando en su mente los conocimientos a los que solo los muertos tienen acceso. A partir de ellas modelo las runas, que al principio fueron utilizadas como objetos mágicos, después como símbolos decorativos y finalmente se convirtieron en los caracteres de los primeros alfabetos nórdicos.