martes, 26 de marzo de 2013

¿Porque estamos en esta crisis? ¿ y que fuerzas la provocan ?



En 1954, muchos de los hombres más poderosos del mundo se reunieron por primera vez bajo el patrocinio de la familia real de Holanda y la familia Rockefeller en el lujoso Hotel Bilderberg, en la pequeña población de Ooesterbeck. Durante un fin de semana debatieron sobre el futuro del mundo.
Al acabar las sesiones, decidieron reunirse todos los años con el fin de intercambiar ideas y analizar la evolución internacional. Se bautizaron a sí mismos como Club Bilderberg y, desde entonces, año tras año se reúnen durante un fin de semana en algún hotel del mundo para decidir el futuro de la humanidad.

Entre los miembros actuales de este selecto club se encuentran Hill Clinton, Paul Wolfowitz, Henry Kissinger, David Rockefeller, Angela Merkel, Jacques Chirac, Donald Rumsfeld, Tony Blair y George Soros, además de muchos otros jefes de gobierno, empresarios, políticos, banqueros, periodistas y españoles de primer nivel como Rodrigo Rato, Matías Rodríguez Inciarte, Juan Luis Cebrián, Joaquín Almudia, Pedro Solbes, Loyola de Palacios, Joseph Borrell, Jaime Carvajal de Urquijo y Javier Solana. El Club Bilderberg no es una sociedad secreta. Tampoco se trata de una nueva teoría conspirativa sobre el dominio del mundo. El Club Bilderberg es algo totalmente real y tangible. Existe como institución oficial y se han publicado algunos artículos sobre él. La prestigiosa BBC británica, por ejemplo, le dedicó su atención el 27 de septiembre de 2005. Sin embargo, en más de cincuenta años de reuniones en las que el poder y el dinero se han concentrado en un mismo momento y en un solo lugar, jamás se ha filtrado ninguna clase de información sobre lo que se debate en el Club Bilderberg. La prensa nunca ha podido entrar a las deliberaciones ni ha emitido ningún comunicado sobre las conclusiones a las que han llegado los asistentes. Tampoco ha hecho pública ninguna acta con el orden del día.
Directivos del propio Club Bilderberg han afirmado que esa discreción es necesaria para que quienes participan en los debates puedan hablar con libertad sin ver reflejadas sus declaraciones en los periódicos. Esa discreción, sin duda, permite que el Club Bilderberg delibere con mayor libertad. Pero eso, sin embargo, no corresponde a la pregunta fundamental: ¿sobre qué hablan los más poderosos del mundo en esas reuniones?






En cualquier democracia moderna se protege el derecho a la intimidad. ¿Pero el público no tiene derecho a saber de qué hablan los más importantes presidentes, primeros ministros, reyes y reinas de todas las casas europeas cuando se reúnen con los empresarios y banqueros más ricos de sus respectivos países? ¿Qué ganarías tienen los ciudadanos de que el Club Bilderberg no es un centro de tráfico de influencias y de cabildeo si no se les permite conocer de qué hablan allí sus representantes? ¿Por qué el foro de Davos y las reuniones del G8 aparecen en las potadas de todos los periódicos y se permite el ingreso de miles y miles de periodistas? ¿Por qué nadie cubre las reuniones del Club Bilderberg, a pesar de que a ellas asisten regularmente los presidentes de entidades financieras como el Fondo Monetario Internacional, el banco Mundial, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, presidentes de las empresas más poderosas del mundo como Daimler-Chrysler, Coca Cola, PepsiCo, Ford, General Motors, Novartis, Astra-Zeneca, British Petroleum, Shell, Chase Manhattan Bank, UBS Warburg, Soros Fund Management, Kissinger Associates, Nokia, Motorota, Ericsson, American Express, France Telecom, German Telecom, British Telecom, Goldman Sachs, Lazard Frères, Deutsche Bank, JP MOrgan, Xerox, Microsoft, Oracle, EADS, secretarios de Defensa y vicepresidentes de Estados Unidos, representantes de comités nacionales democráticos y republicanos estadounidenses, directores de la CIA y del FBI, secretarios generales de la OTAN, todos los comisarios europeos, senadores y congresistas estadounidenses, primeros ministros europeos y líderes de los partidos de la oposición, gobernadores de todos los bancos centrales de todos los países europeos, los principales editores y los directores de los periódicos más importantes del mundo? Resulta sorprendente que pocos medios consideren que una concentración de personalidades así no sea noticia cuando, en cambio, cualquier viaje de algunos de ellos en solitario suele llegar a los titulares de las noticias en televisión.






Que había y que se decían tras las puertas cerradas de los lujosos hoteles en los que el Club Bilderberg se reunía. Y lo que descubrí me puso los pelos de punta. Más allá de ser un centro de influencia, el Club Bilderberg es el Gobierno Mundial a la sombra: es el que decide, con un secretismo total en sus reuniones anuales, cómo se llevarán a cabo sus planes. Los secretos del Club Bilderberg se adentran en las reuniones confidenciales y explica por qué un grupo formado por políticos, empresarios, banqueros e individuos poderosos formaron la sociedad secreta con más poder en el mundo. Los secretos del Club Bilderberg incluyen fotografías y documentos inéditos de las reuniones y, además, detalla las acciones pasadas, presentes y futuras de sus miembros. Como escribió en su novela Coningsby el primer ministro de Inglaterra Bejamin Disraeli: «El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores».

El 11 de septiembre de 2001, el Club Bilderberg, como muestra inequívocamente este libro, continuo una guerra que «no tendrá fin mientras vivamos». Esa guerra no se libra en aras de la justicia, sino que su único fin es el petróleo. Quien la gane controlará los últimos vestigios de las reservas de petróleo y gas natural de la Tierra. La raza humana libre está en peligro de extinción y los bilderbergers lo saben muy bien. De ahí las «guerras sin fin» en Afganistán , Irak, Sudán e Irán; las que se libran en el mar Caspio y las que se librarán contra Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Siria y Venezuela dentro de muy poco tiempo. Todo forma parte de un conflicto global cuyo fin es controlar la Humanidad. Quienes controlan el petróleo controlan la Tierra. Y el Gobierno Mundial Único-Nuevo Orden Mundial se aprovecha de todos los recursos tecnológicos disponibles para dominar al reticente mundo. El objetivo final de esta pesadilla es un futuro que transformará la Tierra en un planeta-prisión mediante un mercado globalizado, controlado por un Gobierno Mundial Único, vigilado por un Ejército Mundial Unido, regulado económicamente por un Banco Mundial y habitado por una población controlada por microchips y cuyas necesidades vitales se habrán reducido al materialismo y la supervivencia: trabajar, comprar, procrear, dormir, todo conectado a un ordenador global que supervisará cada uno de nuestros movimientos. En este inminente e incierto futuro, el pueblo cree que algo malvado está al acecho, en las sombras, esperando la oportunidad de abalanzarse, aguardando el momento oportuno. Podemos sentir su escalofriante presencia. A la mayoría de la gente le gustaría ignorarlo, pero ya no puede hacerlo. Ese «algo» se ha introducido lentamente de manera sigilosa y forzada en nuestra conciencia y en nuestra psique colectiva. En este libro demuestro qué es ese «algo» y relevo sus planes apocalípticos. También descorro el velo del lucrativo tráfico mundial de drogas y explico cómo los bilderbergers se encargan de gestionarlo. Al contrario de lo que nos han contado, la guerra en Kosovo no se libró en pro de la libertad, sino por una cuestión de drogas. La economía global asociada a las drogas genera por año, en efectivo líquido, cerca de
700.000 millones de dólares.






¿Quiénes se benefician? Las familias más opulentas y poderosas del mundo,  Slobodan Milosevic era un líder bruto, pero se le quitó de en medio y, finalmente, fue asesinado porque el Imperio necesitaba beneficios ilimitados. Como el 80% de la heroína que entra en Europa lo hace a través de Kosovo, Yugoslavia estaba condenada a desaparecer. También nos han dicho que Osama bin Laden y sus terroristas de Al Qaeda fueron quienes perpetraron los atentados del 11-S. Como el mundo estaba horrorizado, nosotros quisimos creer en otra mentira. El 11-S, tal como pongo de manifiesto en el penúltimo capítulo, guardó relación con el negocio del petróleo, o más bien con su falta, como un requisito previo y necesario para una Guerra Total que nos llevará a la Esclavitud Total que nos espera con los brazos abiertos.

Sin embargo, a escala mundial está despertándose la conciencia general, dado que el pueblo está empezando a vislumbrar su irracionalidad; esta concienciación está empezando a capacitar nuestro aprendizaje y nuestra comprensión colectiva. Verás, nos han dicho que, para alguien que no es un entendido en la materia, los acontecimientos mundiales son demasiado difíciles de comprender. ¡Mentían! Nos han dicho que los secretos nacionales deben protegerse celosamente. ¡Claro que sí! Ningún gobierno desea que sus ciudadanos descubran que los mejores y más brillantes compatriotas se dedican al tráfico de drogas, participan en saqueos masivos del planeta, en secuestros y asesinatos. Yo lo hago por ellos. Conocerás quién trafica con drogas y por qué, quién asesina y quién extrae beneficios de esa gigantesca y omnipresente estafa que se conoce como política. Pero todavía hay esperanza. Los pueblos no deberían temer a sus gobiernos. Los gobiernos, a partir de ahora, deberán empezar a temer a sus pueblos.






Los caminos que sigamos ahora determinarán el futuro de la Humanidad si atravesamos el siglo XXI como un Estado policial electrónico global o como seres humanos libres a causa de una concienciación masiva que tenga lugar en Estados Unidos, y en el resto del mundo libre, ante las actividades criminales de la élite global."

El misterio de la lluvia en Semana Santa




El Concilio de Nicea del año 325 se decidió que la Pascua de Resurrección fuera el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera, y por ello la celebración de la Semana Santa puede cambiar de un año a otro, pero siempre se dará entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Es decir, en pleno comienzo de la primavera. Y ahí está la causa de que esos días sean, no sólo más o menos lluviosos, sino sobre todo más difícil de pronosticar.


En esos días comenzamos a ganar horas de sol que ya va incidiendo con más eficacia por lo que se inyecta más energía en un sistema que no ha perdido aún los elementos del frío inverno.



Son días de gran inestabilidad, con una  dinámica atmosférica en transición que depara un tiempo muy cambiante. No es raro que llueva esos días en nuestro país, pero es más difícil 'cazar' las lluvias con una semana o más de antelación cuando el tiempo de pasado mañana ya puede que sea distinto al que te he pronosticado desde hoy.


Existen razones científicas: se trata de una fiesta móvil que cada año cae en una fecha diferente porque la Pascua es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el 21 de marzo. Así, el Domingo de Ramos es siempre el domingo anterior a dicha Luna. Por ello, esta celebración puede oscilar entre finales de Marzo y Abril. En el equinoccio de primavera, donde los días son más largos que las noches, es habitual un tiempo inestable y lluvioso, con cambios súbitos. Además, a comienzos de la primavera se suele producir el fenómeno de la 'gota fría'.



Esta y otras cosas mas unidas a otros factores como vientos cambiantes en su intensidad y dirección en esas capas y humedad en altura, hacen que las condiciones sean propicias para que las nubes crezcan como palomitas de maíz en un microondas, y que a cualquier hora, pero preferentemente a media tarde, cuando esa acción solar es más evidente, se produzcan tronadas y chubascos. Y como esa masa de aire frío en altura propician el mal tiempo durante las semanas en las que se celebran nuestras fiestas.